Docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Alimentación compartieron sus trabajos de investigación y sus experiencias en la Jornada del Día Mundial del Agua, realizada en el Centro de Convenciones de la ciudad de Concordia
En 2010, las Naciones Unidas reconocieron que “el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos.” Por derecho humano al agua se entiende el derecho de toda persona, sin discriminación, a disponer de agua suficiente, segura, aceptable, accesible y asequible para uso personal y doméstico, y comprende el agua para el consumo, el saneamiento, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica. Así, este día, coordinado por ONU Agua, trabaja en pos de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
La primera oradora fue la MSc Mariana Jiménez Veuthey, Biotecnóloga Industrial y Agroalimentaria y becaria del CONICET. Su disertación abordó la ficorremediación de efluentes, específicamente, a partir de la experiencia en el tratamiento de efluentes de una industria avícola de la región, que empleó microalgas autóctonas.
En este contexto, la investigación se basó en la reducción de Nitrógeno, Fósforo y Escherichia coli, elementos presentes en aguas residuales a escala piloto. Gracias a los eficientes resultados obtenidos, el proyecto pudo extrapolarse a escalas mayores, y aplicarse en las industrias que vuelca sus efluentes al Río Uruguay.
Por su parte, el Dr. Martin Novoa, expuso sobre la calidad del agua en el Río Uruguay utilizando bioindicadores – diatomeas -. Este estudio se realiza utilizando diferentes muestreos del agua obtenida en distintos puntos del río, desde el embalse hasta Puerto Yeruá, permitiendo brindar información general del estado actual del río en este tramo.
Además de diatomeas, uno de los tipos más comunes de fitoplancton, el estudio realiza determinaciones de DBO (Demanda Biológica de Oxígeno) y distintos parámetros fisicoquímicos. Cabe aclarar que el proyecto en el que se encuadra este trabajo es avalado por CARU, la Municipalidad de Concordia y la Prefectura Naval Argentina, esta última colaborando con la embarcación y personal para la realización de los muestreos.