Con el objetivo de fortalecer el uso de ingredientes nacionales y buscando una alternativa local a las posibilidades que existen en el mercado, dos recientes Ingenieras en Alimentos proponen una bebida energizante a base de arándanos, limón y naranja, como una opción más natural, aprovechando las propiedades nutritivas de las frutas de nuestra región.

Marcela Díaz Vélez y Clara García investigaron, en el contexto de la tesis con la que se recibieron,  acerca de la posibilidad de una bebida innovadora y nueva en el mercado nacional que se focaliza en la rutina de los consumidores, apuntando a ser ingerida como un refresco paliativo al desgaste de la vida cotidiana y brindando un plus de energía, el cual, además, proveerá de amplios beneficios nutricionales.

“Buscamos darle otra cara al mercado, alejándonos de los estereotipos promovidos por las grandes marcas que asocian las bebidas energizantes a salidas nocturnas y consumo con alcohol. Nuestro producto se focaliza en la rutina de los consumidores, apuntando a ser ingerida como un refresco paliativo al desgaste de la vida cotidiana”, comentan en su trabajo Marcela y Clara.

 

En nuestro país se venden aproximadamente unas 125 millones de latas de energizantes al año, provenientes de marcas internacionales, de acuerdo con las cifras de la Cámara de Fabricantes de Alimentos Dietéticos y a Fines (CAFADyA).

La tendencia de consumo de estas bebidas es creciente y los datos muestran que el mercado creció un 15% durante el 2019. En este contexto, las ingenieras de la Facultad de Ciencias de la Alimentación se vieron motivadas a revisar los beneficios y riesgos del consumo de estas bebidas, teniendo en cuenta el consumo de cafeína que llevan aparejadas este tipo de bebidas de origen internacional.

“Buscamos darle otra cara al mercado, alejándonos de los estereotipos promovidos por las grandes marcas que asocian las bebidas energizantes a salidas nocturnas y consumo con alcohol. Nuestro producto se focaliza en la rutina de los consumidores, apuntando a ser ingerida como un refresco paliativo al desgaste de la vida cotidiana”, comentan en su trabajo Marcela y Clara.

Las frutas a partir de las cuales se obtienen los diferentes zumos comercializados, son alimentos de vital importancia para llevar a cabo una dieta saludable, debido a que poseen muchos componentes bioactivos.

 

El consumo diario de arándanos, limones y naranjas contribuye a la prevención de enfermedades, por lo que el jugo propuesto por las ingenieras contendrá, en su composición, un porcentaje de jugo natural que le brindará un sabor frutal que lo distinguiría de los productos que actualmente circulan en las góndolas.

“Nuestra bebida difiere de la competencia en que su formulación no parte únicamente de agua y aditivos, sino que incluye cierto porcentaje de jugo natural. Al tratarse de un producto innovador, el cual le dará otra categoría a estas bebidas, se puede afirmar que no existe competencia directa en el mercado argentino”, puntualizaron las ingenieras.